Evolución Geologica
Las Sierras Pampeanas de Córdoba constituyen la entidad orográfica más oriental de las
Sierras Pampeanas. Están constituidas por varios cordones de orientación N-S que se extienden
por aproximadamente 500 km desde los 29º hasta los 33º 30´ de latitud sur. En ellas se
distinguen tres grandes unidades orográficas que de este a oeste se denominan: Sierra NorteSierra Chica- Sierra de las Peñas; Sierra Grande-Sierra de Comechingones; y finalmente la Sierra
de Pocho.
Las Sierras de Córdoba están integradas esencialmente por un basamento plutónicometamórfico compuesto en su mayor parte por metamorfitas de grano grueso (gneises y
migmatitas) de edad precámbrica, posteriormente intruidas en el Paleozoico inferior por batolitos
graníticos (Batolito de Achala).
Las formaciones sedimentarias del Paleozoico superior constituyen relictos aislados de
escasa significación areal y reducido espesor. Mayor difusión y potencia tienen los estratos rojos,
a menudo asociados con vulcanitas de edad cretácica inferior.
Las formaciones terciarias comprenden: depósitos detríticos continentales de poca
difusión y espesor, generalmente rellenando bolsones; vulcanitas traquiandesíticas y depósitos
piroclásticos asociados.
Los depósitos pleistocenos (Cuaternario) tienen escaso desarrollo en el ambiente serrano
y sólo adquieren importancia en los valles longitudinales o transversales mayores. El vulcanismo
cuaternario esta representado en el extremo sur de las Sierras de Córdoba por afloramientos
basálticos (Gordillo y Lencinas, 1979).
Estructura :
Las sierras se encuentran dispuestas en cuatro encadenamientos: Famatina, Velasco, Aconquija y el cordón austral de Córdoba y San Luis.
La configuración actual de los sistemas de Velasco, del Aconquija y da Córdoba y San Luis responde a las fracturas provocadas por el plegamiento andino en el macizo de Brasilia. Los bloques que se elevaron y volcaron hacia el Este formaron las sierras y los que se hundieron formaron los valles, bolsones o campos. En cambio, el sistema de Famatina tuvo un origen distinto del resto de las sierras pues se originó por plegamiento y ascenso de los sedimentos. En él se encuentra la altura máxima de la región en el cerro General Belgrano.
Como consecuencia de la elevación y vuelco hacia el Este de los bloques graníticos que forman la mayor parte de las sierras, la ladera occidental de éstas es más abrupta y se la denomina “cuesta”, como las del Portezuelo en Catamarca y la de Miranda en La Rioja. En cambio, la ladera oriental tiene la pendiente más suave y se la reconoce como “falda”.
La cumbres que se presentan aplanadas reciben el nombre de “pampas”. Los extremos de los cordones montañosos se hunden en los sedimentos que rellenan los valles formando “puntas”.
Los agentes exteriores (ríos, viento, etc.) continúan erosionando las sierras y acumulando los sedimentos en la zonas hundidas, rellenándolas. Los ríos favorecidos por la pendiente, son capaces de transportar grandes bloques rocosos, desprendidos de las sierras por la erosión, junto con bloques más pequeños y sedimentos finos. Al llegar a la base de la sierra, en el contacto de ésta con el valle, los bloques se depositan formando los conos de deyección donde se asientan las principales ciudades. Ello es así, porque esas franjas son las más apropiadas para captar y distribuir el agua antes de que ésta llegue a las salinas y, además porque los suelos son aptos para el desarrollo de la actividad agrícola que dio origen a la agroindustria.
Los ríos que tienen caudales mayores consiguen alejarse de las sierras y se internan en el llano, transportando sólo los sedimentos más finos, como arenas, limos y sales, que se seleccionan según su peso y se disponen en forma concéntrica, formando los arenales, barreales y salinas (como ocurre en las Salinas Grandes).
Autor:Ariadna J. P.
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